Tengo que reconocer que tenía ganas de publicar en el blog la entrada de hoy, desde que hace unos meses me tope con ella, pero, en verdad, había que esperar al día indicado.
La II República supuso para España un renacimiento cultural truncado, como tantas cosas y tantas vidas, por la Guerra Civil; todos conocemos ejemplos como la Barraca o la Cartilla Escolar Antifascista, en Internet es posible encontrar muchísima información sobre ello.
Pero si hay una constante que me gusta mantener en blog es enfocar los temas desde la intrahistoria, esa historia cotidiana alejada de los grandes nombres y los largos análisis, porque soy de la opinión que, a veces, para reflejar toda una época no hacen falta 5 volúmenes encuadernados en piel, sino, simplemente, una humilde colección de cromos.
Pero si hay una constante que me gusta mantener en blog es enfocar los temas desde la intrahistoria, esa historia cotidiana alejada de los grandes nombres y los largos análisis, porque soy de la opinión que, a veces, para reflejar toda una época no hacen falta 5 volúmenes encuadernados en piel, sino, simplemente, una humilde colección de cromos.
En 1931 la empresa catalana Chocolates Guillen edita una colección de 30 cromos con la Historia de la Revolución y Proclamación de la República Española.
La colección refleja momentos importantes en el largo camino republicano desde la dimisión de Primo de Rivera a la proclamación de la II República Española el 14 de Abril de 1931, tal día como hoy hace ya setenta y nueve años.
Cada cromo tiene, al revés del dibujo, un pequeño texto donde se explica la imagen o el acontecimiento que Tínez ilustra por el otro lado.
A las once de la mañana del 14 de Abril, en las Ramblas de Barcelona se organizó una manifestación, capitaneada por Francisco Maciá y Luís Companys, que fué directamente al Ayuntamiento y a la Diputación, donde proclamaron la república e izaron las banderas tricolr y catalana, ante una inmensa multitud que no cesaba de aclamar al nuevo orden establecido, abrazándose, llenos de fervor patriótico, unos ciudadanos con otros, y entonando las vibrantes notas de la Marsellesa.
En una época en que vivimos asediados por sálvames y belenes estebanes varios, me vais a permitir que confiese que, al menos yo, no puedo dejar de mirar con añoranza aquella República, aquel proyecto de España que comprendió que el camino correcto es el que se asfalta con Cultura, que los demás no llevan a ninguna parte, o al menos, a ninguna donde merezca la pena estar.
Hoy es 14 de Abril.
Hoy he dejado la objetividad y la equidistancia olvidadas en la estantería de arriba.
Hoy, más que ningún otro día, Viva la República.
Hoy es 14 de Abril.
Hoy he dejado la objetividad y la equidistancia olvidadas en la estantería de arriba.
Hoy, más que ningún otro día, Viva la República.
Leyendo esto, recuerdo ciertas lombrices de un juego con nombres como "la pasionaria", arriba los milenarios! Grandes días aquellos.
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