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24 de febrero de 2019

Así era la España del 18 de julio en 18 datos


Aunque se considera el 18 de julio de 1936 como fecha del inicio del enfrentamiento, el levantamiento militar tuvo lugar el día anterior en Melilla. El alzamiento no consiguió los objetivos de hacerse con el poder en Madrid ni el resto de grandes ciudades, como Barcelona, Valencia, Bilbao, Málaga o Murcia.

El fracaso parcial del golpe militar desencadenó un largo conflicto bélico que se extendió durante tres años (hasta el 1 de abril de 1939). La contienda se saldó con más de quinientas mil vidas -otros estudios hablan desde 200.000 muertos a un millón-, decenas de miles de exiliados y una dictadura que duró hasta 1975 con la muerte de Franco. ¿Cómo era la vida en 1936 antes de que estallara la guerra?


1. La España del 36 tenía 24.810.000 habitantes

Casi 25 millones de personas eran los habitantes de España en el 36. Es más de la mitad de la población empadronada que hay actualmente en el país.




2. Más nacimientos que muertes

En 1936 nacieron 613 mil personas, fallecieron más de 413 mil. En términos relativos, se producían 24 nacimientos por cada mil habitantes y perdían la vida 16 personas por cada mil.

La causa de muerte más frecuente en la década de los 30 eran las enfermedades de tipo infeccioso y parasitaria y la esperanza de vida al nacer en esta década era de 50 años. La reducción de las tasas de mortalidad y la mejora de la calidad han ido mejorando estas cifras. Ahora el número medio de años que se espera vivir al nacer es de 83 años.

3. 138 mil enlaces matrimoniales

138.700 matrimonios fueron los que se celebraron en este año. Suponen un 8% menos de nupcias respecto al año 1935. Se producían cinco matrimonios por cada mil habitantes frente a los 7 que se producían una década antes. En la actualidad, estas cifras son aún más bajas: se producen tres matrimonios por cada mil habitantes.

Durante la Segunda República se aprobó la Ley del Divorcio de 1932 que fue derogada en septiembre de 1939, cinco meses después del final de la Guerra Civil y la instauración de la dictadura de Francisco Franco. Según los datos que figuran en el INE, en los años 1932 y 1933 se tramitaron más de siete mil divorcios y alrededor de 800 separaciones.
4. La agricultura, el sector que más trabajadores concentraba

La población activa en España alcanzaba los 8,5 millones de personas en 1930, lo que representa un 37% de la población total.

La agricultura (y la pesca) era el sector que mayor demanda de trabajo concentraba: el 45,5% de la población activa trabajaba en esta actividad. La industria manufacturera (con un 19,2%) era el segundo en el que había un mayor número de trabajadores.

En cuanto al paro registrado, existen datos de 1935. Al dividir el número absoluto de parados y la población activa del momento, la tasa de desempleo se situaba en el 7,75%. En la actualidad, la tasa de paro alcanza el 21% en España , según los últimos datos de la EPA.
5. Más de 10 millones de fincas agrícolas

España, como ya se ha dicho, era un país predominantemente agrícola en los años previos a la Guerra Civil. En 1930, el número de fincas en España superaba los 10 millones. La zona castellano-leonesa era la que mayor número agrupaba.

La técnica del barbecho (con el 24,5% de la superficie total cultivada), el cultivo de trigo (22,1%) y el olivar (10,1%) eran las producciones más destacadas de la época.

En cuanto a la extensión de las superficies agrícolas, el minifundismo era el rey: el 88% de las mismas tenía una superficie menor a 10 hectáreas. Los terrenos a partir de 250 hectáreas apenas representaban el 0,12%.

6. Casi el 30% del PIB, del sector industrial

La política de intervención activa del Estado para “el fomento de la industria” se desarrolla a comienzos del siglo XX en nuestro país, según explica Gabriel Tortella en el libro El desarrollo de la España contemporánea: Historia económica de los siglos XIX y XX.

En 1930, el peso del sector industrial en el Producto Interior Bruto (PIB) del país alcanzaba el 27,9% del total. Además, el 21,3% de la población activa del momento trabaja en algún subsector de la industria.

Por sectores, la industria de consumo representaba el 46% de la composición total del sector industrial en España. El resto quedaba de la siguiente manera: mecánica (18%), pesada (12%), minería (10%) y energía (15%).

7. Las exportaciones superan a las importaciones

En 1936, las exportaciones aventajaron a las importaciones, dejando un saldo comercial exterior positivo. Este superávit se debió, según una investigación del Banco de España, “a la más lenta reducción de la actividad exportadora, a pesar de su importante caída, frente al brusco descenso de las importaciones”.

En el ámbito de las exportaciones destaca el peso de la agricultura y la alimentación (el 67% del total). En cuanto a las importaciones hay que señalar el peso de los materiales de industria pesada con el 40% y el de maquinaria, un 18%.
8. El pan, alimento fundamental para las familias españolas

Hasta 1958 no existen datos absolutos sobre el nivel de consumo alimenticio -por producto- de los españoles. Sin embargo, sí hay estadísticas para conocer de forma porcentual cómo era la cesta de la compra de una familia en España entre 1914 y 1936.

La alimentación representaba el 65,7% del gasto de una familia en el primer tercio del siglo XX. El pan era el alimento fundamental en una casa: el 23% del gasto en comida iba destinado a la compra de este producto, por encima de otros alimentos fundamentales como la leche (8,3%) o el aceite (4,7%).



El gasto destinado a las necesidades del hogar como luz o agua era la siguiente variable en la que más se invertía, con un 11,2% sobre el total.



9. Siete de cada diez españoles sabían leer y escribir

En esta década, la tasa de alfabetización de la población española alcanzó el 71%. Es decir, siete de cada diez personas sabían leer y escribir un año antes de iniciarse la Segunda República en España. En la actualidad, esta tasa alcanza a la práctica totalidad de la población.

Aun así, en 1936, el 37,9% de los españoles no tenía formación. El 53% tenía estudios primarios, el 5,3% secundarios y, por último, el 3,1% tenía estudios superiores, bien en universidades o en escuelas técnicas.

En cuanto a la escolarización, el 69% de las personas entre 5 y 14 años estudiaba en la educación primaria. En este año, cada maestro tenía a su cargo una media de 64 alumnos. En la actualidad -curso 2012/2013-, el número medio de alumnos por grupo ya es de 21,6.



10. La España de 1936: por carretera, ferrocarril, aire y mar

Por entonces ya se contaba con una extensa red de transporte y un amplio parque móvil para los vehículos a motor y transporte en ferrocarril, marítimo y aéreo, aunque hay que tomar estas cifras con precaución.

En 1906 apenas había 48.270 kilómetros de carreteras construidos en España. Treinta años después ya había 110.993 kilómetros. Esto, para 18.837 vehículos matriculados en España.

La red ferroviaria alcanzó, en 1936, los 5.519 kilómetros. En 1933, último año para el que hay datos sobre pasajeros en transporte aéreo, 11.000 personas viajaron de esta manera. Por último, para el transporte marítimo sólo existen datos sobre el número de buques que entraron y salieron del país. En 1935, entraron 18.520 barcos (con 5,2 toneladas de peso descargadas) y salieron 17.481 (con 6,3 toneladas de peso descargadas).
11. La comunicación tradicional: centros telefónicos y servicios telegráficos y postales

¿Recuerda el lector en 2016 -en la época de las nuevas tecnologías- los centros telefónicos de antaño que conectaban llamadas? ¿Y el servicio telegráfico? En 1934, último año antes de la Guerra Civil para el que existen datos, se utilizaban estos servicios, además del postal, para que las personas pudieran comunicarse entre sí.

En cuanto a la comunicación telefónica, los 2.950 centros de este tipo daban servicio a 303.766 teléfonos. Se realizaron más de 19 millones de llamadas, ya fueran nacionales como internacionales. Para el servicio telegráfico, 9.340 personas velaban para que funcionasen los 2.582 aparatos -con una longitud total de 41.145 kilómetros-. En total, se realizaron más de 25 millones de despachos en las estaciones telegráficas del Estado en 1934. El servicio postal, más desarrollado que el telegráfico tenía repartidas por el país más de diez mil oficinas. Más de 800 millones de servicios postales se llevaron a cabo en 1934.

12. Barcelona, más poblada y con más viviendas que Madrid

En 1930, la ciudad de Barcelona estaba más poblada que Madrid, aunque ambas llegaban casi al millón de habitantes. Por detrás, a gran distancia, Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga y Zaragoza.

Estas ciudades concentraban el mayor número de viviendas existentes en España. Para 1930 sólo existen estadísticas de viviendas en núcleos urbanos. El número de pisos alcanzaba los 2.644.700 a nivel nacional.

Los núcleos urbanos no estaban tan masificados como en la actualidad. El proceso de urbanización -es decir, la migración del mundo rural al urbano- no era notable, aunque ya comenzaba a sentirse: más de la mitad de la población española seguía viviendo en municipios con menos de 10.000 habitantes.

13. La ‘edad de oro’ del cine en España

El nacimiento del cine sonoro a comienzos de la década de 1930 dio paso a la denominada ‘edad de oro’ del cine en España. La sublevación del 18 de julio de 1936 truncó esta época dorada. Según Román Gubern en el libro Historia del cine español, las películas del país entraron en tal “sintonía con el público” que se prefería el cine patrio al estadounidense.

A pesar de ello, los Gobiernos republicanos “demostraron poquísima sensibilidad hacia el cine” entre 1931 y 1936. Los aranceles en la importación de filmes extranjeros a partir de 1932, la creación de un Consejo de Cinematografía que no resultó operativo o el impuesto a los ingresos generados por la explotación cinematográfica (al principio se estableció en el 7,5% pero luego se redujo por las presiones) fueron las medidas implantadas en este ámbito.

Entre 1932 y julio de 1936, en España se rodaron 109 películas en las que comedia y cine musical se impusieron al resto de géneros.

14. La censura previa, tónica habitual para la prensa

En materia de prensa, las leyes promulgadas durante la Segunda República supusieron graves cortapisas para los medios de comunicación, según el libro Cuatro siglos de periodismo en España de María Cruz Seoane y María Dolores Sáiz.

La Ley de Prensa de 1883 seguía vigente y la Constitución de 1931 garantizaba la libertad de expresión. Sin embargo, las leyes de Defensa de la República (de 1931) y de Orden Público (de 1933) concedían “amplias facultades a los Gobiernos para imponer sanciones a los periódicos”. Así, la censura previa fue la tónica habitual durante los años republicanos. Especialmente, entre 1933 y 1934 por la declaración de un estado de alarma y la revolución de octubre de 1934 en Asturias.
15. El Frente Popular gana las elecciones de 1936

Durante la Segunda República hubo tres procesos electorales: 28 de junio de 1931, 19 de noviembre de 1933 y las de febrero de 1936.

La ley electoral era diferente a la que conocemos hoy. La elección de los candidatos, por ejemplo, para 1936 fue a través de un proceso de elección mediante listas abiertas, donde cada elector podía elegir a candidatos de distintas formaciones.

Un mayor número de diputados (473) en la cámara o la elección en primera y segunda vuelta son otras de las diferencias con el sistema electoral de ahora. La primera vuelta exigía que uno o varios candidatos de la lista obtuviese al menos el 40% de los votos emitidos. De no ser así, se celebraba una segunda vuelta en la que solo serían electos aquellos candidatos que hubiesen alcanzado el 8% de los votos obtenidos.

El 16 de febrero del 36 fue la fecha elegida para la celebración de la primera vuelta de los comicios electorales de ese año. La segunda vuelta se celebró en mayo. Los resultados definitivos dieron la victoria al Frente Popular que agrupaba a los partidos de izquierdas (PSOE e Izquierda Republicana, entre ellos).

16. Cuatro presidentes de Gobierno en 151 días

Cuatro presidentes estuvieron al frente del Gobierno durante los cinco meses previos al conflicto bélico. Manuel Azaña fue el presidente que más tiempo estuvo a cargo del Estado: 81 días. Con él se constituyó el primer gobierno del Frente Popular. Augusto Barcia (3 días), Casares Quiroga (66) y Martínez Barrio (1) fueron los otros presidentes de 1936.

17. Hubo 270 muertos entre febrero y julio del 36

En los cinco primeros años de la Segunda República hubo numerosos incidentes de violencia política. En total, desde 1931 hasta el inicio de la guerra, 2.225 personas perdieron la vida por esta causa. La Revolución de Asturias de 1934 fue el escenario que se saldó con un mayor número de víctimas: 1.500.

Entre los meses de febrero y julio de 1936 fallecieron 270 personas por atentados y reyertas protagonizadas por grupos extremistas.




18. El Ejército antes y durante la guerra

La organización territorial del Ejército español en 1936 antes del estallido de la guerra se estructuraba en once mandos militares de tipo divisionario. Se organizaba en ocho divisiones orgánicas, tres comandancias militares y el despliegue de efectivos en territorio marroquí.

La estructura de este Ejército se enmarcaba en la idea de modernización y eficacia del Ejército que quería el presidente de la República, Manuel Azaña. Uno de los primeros cambios fue la reducción de divisiones, que pasaban de las 16 de 1931 a los 8 del 36. También estableció prometer fidelidad a la República.

Durante la guerra, el Ejército se dividió en dos bandos: el republicano y el nacional. En octubre del 36, el Gobierno republicano reorganizó sus fuerzas armadas. Se refunden, de esta manera, las milicias en unidades regulares del nuevo Ejército. En el bando opuesto estaba el Ejército del bando sublevado. Su punto fuerte era el Ejército Español de África del que procedían generales de gran peso como Emilio Mola, Sanjurjo o Queipo de Llano. Se estima que formaron parte de este ejército alrededor de unos 800.000 soldados.

Un buen número de españoles se ofrecieron voluntarios para luchar en la contienda. Algunas estimaciones, como las del autor James Matthews, cifran en 120.000 milicianos y soldados por parte del bando republicano y unos 100.000 voluntarios en el lado sublevado.

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